Monica Xavier: Lula es el enémigo público número uno de las clases dominantes
Confira a coluna da senadora e secretária-geral do Partido Socialista do Uruguai
Publicado em
El Supremo Tribunal Federal le negó la legítima posibilidad del Habeas Corpus al expresidente de Brasil, el compañero Lula da Silva. En el artículo 5, LVII, de la constitución de Brasil está escrito que nadie será considerado culpable hasta que la sentencia condenatoria se encuentre firme. Y el Código de Proceso Penal, en su art. 283, tampoco permite prisión (a no ser preventiva o in fraganti) sin sentencia firme. Por estos motivos, muchos juristas consideran que nadie puede ir preso si aún caben recursos de apelación de la condena. Y Lula aún puede apelar al STJ (similar a nuestra Casación) y al STF (Corte Suprema). De modo que no podría ir preso aún.
Sin embargo en una decisión tan controversial como reñida, la jueza Rosa Webber finalmente inclinó la balanza en contra de Lula, al contradecir su propio dictamen de 2016, cuando votó contra la prisión en
segunda instancia. Aquel fue un voto categórico. Argumentó que la letra de la constitución la prohíbe y que no existe otra interpretación. Pero para Lula se dio vuelta.
Este caso deja al descubierto la artimaña de poderosos intereses que van mucho más allá del Poder Judicial, y que no respetan la institucionalidad ni la democracia. No es casualidad que hace tan solo unos
meses voltearon al gobierno democrático de Dilma – sin ninguna prueba de corrupción en su contra – colocando a usurpadores que impusieran reformas laborales salvajes y raquitizaran presupuestos en
políticas sociales. Ni tampoco es casualidad el asesinato a balazos hace pocos días de Marielle Franco ni que la semana pasada dispararon contra la caravana de Lula. Por si fuera poco el ministro de Defensa y el Comandante en Jefe del Ejército amenazan desembozadamente a la institucionalidad.
“Compañeros y compañeras: pueden tener la certeza que yo estoy más tranquilo que los que me están acusando. Porque mi tranquilidad, es la tranquilidad de mi inocencia y la intranquilidad de ellos es la
intranquilidad de quien sabe que están haciendo una gran canallada conmigo y yo no tengo miedo de ellos, y voy a luchar, voy a luchar, voy a luchar y voy a luchar… porque mientras tenga un minuto de vida yo
estaré a la par de ustedes, probando que la única cosa que vale la pena saber en ésta nuestra pasada por la tierra, es que no hay que tener miedo de luchar, no hay que tener miedo de vencer y no hay que tener miedo de gobernar”. Esto dijo Lula frente a una multitud que colmaba el estadio de Pituaçu, Salvador de Bahia, el 15 de marzo pasado.
Allí está la clave. El establishment asociado a la derecha ya no aguanta más a las fuerzas populares en el gobierno y hace cualquier cosa para impedir que sigamos gobernando. Las bardas en remojo. Quieren
apresar a Lula sin haber terminado el juicio en su contra. Porque Lula es el favorito del pueblo para ganar las próximas elecciones y el enemigo público número uno de las clases dominantes.
Dra Mónica Xavier
Senadora de la República
Secretaria General de Partido Socialista