Nota SRI PT: En defensa de la soberanía nacional
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Recientemente el gobierno ilegítimo de Michel Temer anunció el mayor paquete de privatizaciones del patrimonio brasileño desde el gobierno Fernando Henrique Cardoso en los años 90. De cuestionada validad política y jurídica, las medidas son fruto del golpe que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff y son claramente rechazadas por la mayoría del pueblo brasileño.
Desde su fundación el Partido de los Trabajadores orienta su conducta por la defensa de la democracia y de la soberanía nacional. A partir de una perspectiva internacionalista, esta posición no se agota en el plano nacional, sino que implica también la lucha antiimperialista, anticolonialista y por un nuevo orden internacional, en el cual se respete el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Vale decir que estos principios incluyen la defensa intransigente de una integración latinoamericana solidaria, elemento central en la afirmación de la soberanía y de nuestra inserción autónoma en el mundo.
A lo largo de los trece años de gobiernos del PT, la política externa brasileña se mostró coherente con estos principios. La actuación “activa y altiva” de la política externa brasileña fue sobre todo acorde a los parámetros establecidos en nuestra Constitución Federal, que rige las relaciones internacionales del país según los principios de independencia nacional; prevalencia de los derechos humanos; autodeterminación de los pueblos y no intervención; defensa de la paz y solución pacífica de los conflictos; el repudio al terrorismo y al racismo; entre otros. Estos principios claramente se reflejaron en acciones internacionales concretas de los gobiernos del PT en pro de la integración regional, de las relaciones Sur-Sur, en la postura autónoma del país en diversas negociaciones internacionales, en la valorización de organismos multilaterales y de la defensa de la paz.
Desde que se concretó el golpe, hemos denunciado el desmonte de la política externa construida en los gobiernos del PT y el retorno a una perspectiva de inserción subordinada del país que, tras vigorar en los años de Fernando Henrique Cardoso, fue seguidamente derrotada en las últimas cuatro elecciones. Tanto en el plano doméstico como en el internacional, el programa político del golpe promueve el retroceso, rumbo a un proyecto neoliberal claramente perjudicial al pueblo brasileño.
Denunciamos el más reciente ataque del gobierno Temer contra el patrimonio público y la soberanía nacional, con el anuncio de la privatización de 57 proyectos y empresas estatales, entre las cuales 14 aeropuertos, Eletrobrás (la mayor empresa de energía de América Latina) y hasta la Casa de la Moneda.
Endosamos firmemente la carta pública divulgada por el Frente Parlamentario Mixto en Defensa de la Soberanía Nacional, compuesto por 201 diputados y 18 senadores, dirigida a embajadores e inversores en Brasil. Las privatizaciones ilegales conducidas por el gobierno golpista no cuentan con el apoyo popular. Nos sumamos a los parlamentarios en esa alerta a los riesgos jurídicos de invertir en un programa irresponsable e ilegítimo y en la disposición para contestar jurídicamente la legalidad de las privatizaciones fraudulentas promovidas por el gobierno golpista.
Reiteramos los términos de la Carta del Frente Parlamentario: “el pueblo brasileño no otorgó poderes al actual gobierno para que realice ninguna privatización. No reconoce la validad política y jurídica de la venta de patrimonio público realizada en el gobierno Temer. Peor aún, el pueblo brasileño, con toda razón, sospecha que tales privatizaciones fueron y será hechas con sobornos, corrupción, trampas e ilegalidades”.
Además de la violación de nuestra soberanía por la entrega de nuestro patrimonio nacional, condenamos también la vuelta a la subordinación geopolítica, con el anuncio de ejercicios militares en la Amazonia, con la participación de los Estados Unidos. Este hecho pone en riesgo no solo la soberanía brasileña y la seguridad del continente, sino que afecta profundamente la autonomía de la América Latina construida en los últimos años en alianza con los distintos gobiernos de la región.
Denunciaremos a la comunidad internacional, a los parlamentarios, a los partidos políticos y movimientos sociales con los cuales el PT mantiene relaciones políticas en el plano internacional ese nuevo ataque a la soberanía brasileña. Dichas políticas no cuentan con cualquier legitimidad, son fruto de un golpe.
Monica Valente
Secretaria de Relaciones Internacionales