Declaraciones de Gleisi Hoffmann en el Foro de São Paulo

Compañeras y compañeros, delegados y delegadas, invitadas e invitados a este XXIII Encuentro del Foro de São Paulo. En nombre del Partido dos Trabalhadores (PT), del Brasil, nuestros calurosos y fraternales saludos. Soy Gleisi Hoffmann, Senadora de la República (de Brasil) y hace un mes, en nuestro 6º. Congreso Nacional, fui electa presidenta de nuestro Partido. Soy la primera mujer a ocupar este honroso puesto.

Agradezco a las y los compañeros del Frente Sandinista de Liberación Nacional por auspiciar este Encuentro y saludo los triunfos electorales más recientes de Daniel Ortega en Nicaragua y Lenín Moreno en el Ecuador, que demostraron claramente que es posible enfrentar y derrotar a las nuevas tácticas electorales y golpistas de la derecha. Al igual festejamos la importante victoria que ha sido la liberación del compañero Oscar López Rivera, este gran luchador por la independencia puertorriqueña, y también consideramos victorioso todo lo logrado hasta el momento en el proceso de Paz en Colombia, un proceso que debemos acompañar y apoyar hasta su aplicación definitiva.

Sin embargo, la derecha reaccionaria y golpista no descansa. La última semana un juez de primera instancia en Brasil ha condenado el Presidente de Honor del PT y ex-presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a nueve años de prisión con base en delaciones sin fundamentos y sin pruebas. La acusación era haber recibido un apartamento de regalo de una constructora. Pero, los hechos demuestran la dimensión de la persecución y de la calumnia que quieren imputar a Lula, pues dicho apartamento en realidad pertenece a un banco y no a la constructora y, por lo tanto, no podría ser donado (por ella) a cualquiera.

Nuestro ex-tesorero, João Vaccari Neto, acaba de ser absuelto en primera condenación impuesta por ese mismo juez, pues contra él solo pesaban delaciones y no pruebas conforme instrucción del Código Penal brasilero, seguido correctamente por los jueces de segunda instancia.

Estamos frente a una ofensiva de judicialización de la política en todo el continente, y en Brasil la intención es destruir el PT e impedir que el mayor líder popular brasilero, Lula, sea nuestro candidato en las elecciones presidenciales de 2018, pues saben que la posibilidad de su victoria es enorme. Y más que nunca necesitamos nuevamente de un gobierno de izquierda en nuestro país para retomar el desarrollo nacional, la política externa altiva y activa y revertir las consecuencias del ajuste neoliberal impuesto por la banda golpista que se instaló en el gobierno de nuestro país.

A pesar del revés electoral que sufrimos en Argentina y el golpe de estado parlamentario en Brasil, los principales partidos miembros del Foro de São Paulo están retomando la ofensiva política ante los actuales gobernantes de la derecha en estos dos países con la perspectiva de volver a gobernarlos en su corto plazo.

El PT manifiesta su apoyo y solidaridad al gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela, sus aliados y al Presidente Nicolás Maduro frente a la violenta ofensiva de la derecha contra su gobierno y condenamos el reciente ataque terrorista contra la Corte Suprema. Tenemos la expectativa que la Asamblea Constituyente pueda contribuir para una consolidación cada vez mayor de la Revolución Bolivariana y que las divergencias políticas se resuelvan de forma pacífica.

Los análisis que venimos haciendo a lo largo de los últimos Encuentros ratifican el hecho de que estamos enfrentando a una nueva fase del capitalismo neoliberal, lo que confirma cada vez más claramente al constatar la concentración de las cadenas productivas globales sobre un número cada vez menor de empresas monopolistas en cada sector, que a su vez son controlados por un grupo cada vez más concentrado de megabancos y fondos de inversión. Estos grupos económicos presionan y aumentan sus exigencias a los Estados Nacionales para ampliar sus ganancias.

En momentos de crisis económica como la que enfrentamos desde 2008, un fenómeno que siempre se presenta es el proteccionismo nacional, principalmente en los países imperialistas, que cierran sus economías al mismo tiempo que exigen la apertura de los demás países. Prueba de esto es que el Presidente de EUA, Donald Trump, fue electo el año pasado sustentado por una plataforma proteccionista en la economía, xenófoba y reaccionaria en lo social y fascista en la política. Sus medidas económicas y comerciales más recientes, el rechazo al Acuerdo de Paris sobre cambios climáticos, las medidas antiinmigración, la revisión del acuerdo de normalización de las relaciones con Cuba y la injerencia directa en el conflicto sirio lo comprueban.

Por otro lado se debilitan las instituciones políticas, económicas y sociales nacionales e internacionales heredadas del liberalismo del siglo XIX. Ellas ya no responden con eficacia a las necesidades de las sociedades en los días actuales, pues la corrupción, el tráfico de influencias, el desvío de recursos y el enriquecimiento ilícito de sectores políticos y la sumisión de la política a los dictámenes de la economía no responden, no solucionan y no convencen a nuestros pueblos ante los problemas y necesidades que enfrentan en su vida cotidiana.

Estoy segura que los debates de este XXIII Encuentro por los partidos miembros del Foro de São Paulo contribuirán para la implementación de una política de desarrollo para América Latina y el Caribe, con amplitud en su visión y con una propuesta económica de menor dependencia de commodities, mayor valor agregado, integración regional más fuerte y transformaciones estructurales fundamentales. Para esto último hemos logrado un gran acuerdo que se tradujo en la concreción de una amplia plataforma programática y de acción: el Consenso de Nuestra América.

Nosotras e nosotros del PT defendemos que es necesario enfatizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, los derechos de las y los trabajadores migrantes, el rechazo a la xenofobia y al racismo, la agenda del trabajo decente, la democratización de los medios de comunicación y la valoración de la economía social y solidaria.

Debemos valorar y profundizar las propuestas políticas ya definidas en los principios que componen el “Consenso de Nuestra América”, la resolución de la CELAC que considera a América Latina y el Caribe una Zona de Paz, y los principios del Derecho Internacional, particularmente, de la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia externa.

Por oportuno queremos manifestar nuestro apoyo y solidaridad irrestrictos a las y los compañeros del Partido Comunista y al pueblo de Cuba frente al retroceso por parte de la nueva administración del Gobierno estadounidense en relación a los acuerdos alcanzados con la administración Obama y el mantenimiento del criminal bloqueo económico.

Este año celebramos el centenario de la Revolución Rusa de 1917 y también el cincuentenario de la caída en combate y posterior asesinato del guerrillero heroico, el comandante Ernesto Che Guevara, a quien recordamos para que tengamos siempre presente la necesidad de la transformación social de nuestros países.

Aprovecho para reforzar la invitación para que nos volvamos a encontrar en Montevideo el mes de noviembre para una nueva edición de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo.

Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores